miércoles, 9 de julio de 2008

Un bonito día para empezar de nuevo...

A veces el mundo parece gritarme en un intento desesperado de que me entere de lo que ocurre a mi alrededor, por suerte o por desgracia soy un poco duro de oído y extremadamente cabezota, por lo que rara vez le hago caso.

Una de las cosas que, según parece, se ha dedicado a berrearme últimamente es que el emparejarse es natural e inevitable y que tarde o temprano serán los recortes de mi corbata los que se vendan por cinco Euros durante el banquete...

Human League - Don't You Want Me...Baby?


Pues si, cada día estoy más cerca de los treinta, las bodas se suceden a mi alrededor, todo el mundo se echa novia y cada vez un mayor número de mis antiguos compañeros de clase entra en el muy poco selecto club de los padres (biológicos al menos).

Me gustaría decir que, como Barón Rojo, resistiré hasta el fin, pero supongo que es inevitable que tarde o temprano alguna pobre desgraciada me engañife lo suficiente como para cometer el error de casarse conmigo e incluso ser la madre de mi progenie, que probáblemente será una recua de cabrones bastardos y sin sentimientos como su padre.

Billy Idol - Scream


O tal vez mis más profundos deseos se cumplan y muera solo, rodeado fotografías de mí mismo a la avanzada edad de ciento-y-la-madre años y le joda el día a los de Protección Civil; qué demonios, puede que alguno tenga que corretear por el pasillo persiguiendo mi putrefacto cráneo mientras intenta contener el vómito...sin éxito, claro.

Turbonegro - Fuck The World


Me encantan los finales felices.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

eh... pues yo tengo uno de mis días y la verdad es que me da todo bastante por el culo. Emparejese o no, pero hagalo siempre por gusto, caramba, que la presión no le venza.

Sea usted como la versión cabrona y advenediza de Allie Macbil y no pare hasta encontrar a su media naranja, y si no la encuentra... bueno pues a por Harrisson Ford

Anónimo dijo...

Ah y otra cosa: nunca desdeñe el temor a morir solo, es capaz de lograr cosas sorprendentes

Quemador dijo...

Si, de hecho la incapacidad de controlar los impulsos venéreos y el temor a una muerte anónima deben ser las dos cosas que han salvado a la especie humana de la extinción. Si no, no me lo explico.