domingo, 30 de noviembre de 2008

Lincencia para Matar

Si, era inevitable, tarde o temprano terminaría hablando aquí de James Bond, y mucho más oportunamente ahora que coincide el estreno de la número 22 de la saga. Aunque les podría hablar largo y tendido de las clasificaciones de canciones Bond (que son tan importantes como las chicas, el villano y el martiny de los cojones), no les voy a dar la turra y me voy a ajustar al modelo Gigafantasma: tres canciones, mis preferidas.

No he incluido el épico arranque rockero de Chris Cornell de Cassino Royale, ni esa salvajada maravillosa que es Another Way to Die, una mezcla de R'N'B y Rock Sinfónico (si tal cosa es posible) a manos de un Jack White crecido y una Alicia Keys, robandole el curro a Shirley Bassey, que abre Quantum of Solace. El motivo: ser demasiado recientes. Ahora, hagamos como el supositorio y directos a la mierda:

Live and Let Die fue compuesta por un Paul McCartney en lo que debieron de ser sus últimos coletazos rockeros. Acompañado de sus casi recien estrenados Wings, tiene una de las letras mas interesantes por ser una especie de resumen de la filosofía Bond (y no hace falta ir mas allá del título) esa mezcla de sobrado cinismo y desprecio por todo lo que le rodea.

Wings - Live and Let Die


Si hay alguien que es, si no una constante, una referencia en las canciones Bond esa es la cantante Shirley Bassey. Así oimos su voz en Goldfinger, Moonraker y en esta otra muestra de fiolosofía Bond: Diamonds Are Forever. Compuesta por el genial Jhon Barry, padre tambien de muchos de los scores de películas Bond, partituras impregnadas siempre de un exotismo lírico. No en vano es tambien compositor de la banda sonora de Memorias de Africa (en realidad, merecería un post para el solo).

La letra es una declaración de principios en primera persona de una mujer que prefiere el frío tacto de un objeto inanimado antes que la compañía de un hombre (por que somos todos unos cerdos...)

Shirley Bassey - Diamonds Are Forever


La siguente es una rareza, como la película a la que acompañaba (Al Servicio Secreto de su Majestad). No es ni la diatriba de una frígida adicta a la visutería, ni un maromo alcoholizado en guerra con el mundo, y aun siendo una canción lenta de amor se aleja de las de la época de Roger Moore, que tenían una visión de las relaciones de pareja que se podría resumir en la frase "me encanta como me taladras". No, We Got All the Time in the World, interpretada por Louis Amstrong, es una preciosa canción de amor, sin empalagues ni tópicos, sin vagas insinuaciones al sexo anal o la felación. Los arreglos del ya mencionado Jhon Barry, dan un aire sensual y evocador que se acopla a la perfección a la trompeta de Satchmo dando ese tono de 'tema Bond'. Una de mis preferidas con diferencia. Les recomiendo que busquen una versión que hace ya bastantes años realizó de esta canción Iggy Pop.

Louis Amstrong - We have all the time in the world


Esa última va con dedicatoria. Se que lo estás pasando mal, pero pasará, te echo de menos. Como siempre te estoy esperando... ya sabes que tenemos todo el tiempo del mundo

3 comentarios:

Quemador dijo...

Mecachis, se me ha adelantado usted en lo del post sobre Bond, aunque teniendo en cuenta que el mío se iba a centrar en despedazar a Madonna y ensalzar a A-Ha, creo que todavía estoy a tiempo.

Anónimo dijo...

Por supuesto, ya sabe que en mi opinion nunca se habla lo bastante de James Bond.

Anónimo dijo...

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