Siempre he sido un adepto de la belleza neumática y las boquitas de piñón, con algunas excepciones notables.
Una de estas excepciones es PJ Harvey; en mi adolescencia esta ¿cantautora? me atrapó con su huesudo flujo mesmérico y su boca de buzón postal.
¿Qué me cautivó de éste vídeo?
¿Su hipnótica melodía infrasónica?
¿La voz quebrada de Harvey?
¿Ese vestido rojo?
¿Acaso el baile, entre absurdo y sensual?
La verdad es que no lo sé, lo único que sé es que esta era una canción genial hace doce años, que lo es ahora y que PJ Harvey, contra todo pronóstico, sigue poniéndome muy bruto.
2 comentarios:
Mire que es curioso lo de PJ Harvey. A mi me pasa algo parecido.Me gusta la voluptosidad, pero si me decanto por un físico más delgado suelo preferir a las chicas de constitución atlética, o, cuando menos, mas sanas que Polly Jean. Pero me pone.
Añado: Tengo un afoto de la Sta. Harvey en un festival, luciendo camiseta de las Spice Girls y parrús en comando, que creo que a usted lo pondrá palote
Si, he oido hablar de dicha foto aunque todavía no he tenido el placer de verla...
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