Una de las cosas que más me tocan las narices de ser pobre como un piojo es lo poco que puedo viajar. Bueno, para ser exactos, lo poco que puedo viajar al extranjero porque tengo que admitir que España me la he pateado bastante.
Y, no, no es que me queje por no poder pasarme días tirado al sol del Pacífico bebiendo daiquiris, me quejo por no poder pasarme una tarde mirando una piedra en la que se apoyó Pericles mientras echaba una meada o admirando un descampado en el que milenios atrás se erigía un templo acadio.
Pero bueno, como quejarse sirve de poco y con la que está cayendo más nos vale hacer de nuestras capas un resultón juego de sayos, por ahora me conformaré con escuchar la música que se hace en tierras más allá de donde Zaratustra perdió la faja.
Niyaz.. The Hunt
Le Trio Joubran.. Masar
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