viernes, 17 de mayo de 2013

Asín andaba yo, resacoso por Las Vistillas...

Los Tiki Phantoms
Yakuzas
Fuel Fandango
Premios Rock Villa de Madrid - Parque de Las Vistillas (Madrid)

Por si no lo saben esta semana se celebraba en Madrid la festividad de San Isidro, o al menos se habrá intentado porque ha hecho un -maraviloso- tiempo de perros.
A mí de todos modos el día propio de la celebración me cogió fuera de la ciudad pero sí que pude ir el domingo anterior al parque de Las Vistillas para ver el concurso de bandas que allí se celebraba y el concierto de Fuel Fandango que tenía lugar después. O al menos a la parte final de dicho concurso, porque me levanté tarde por haber estado la noche anterior abrevando en un local que parecía sacado de "Tercipelo Azul". No pregunten, mi vida tiene muy poco sentido.

No hablaré mucho de los Tiki Phantoms, aunque no porque no se lo merezcan. Tienen una puesta en escena excelente, tocan bien y realmente intentan que el público se implique -quizá demasiado-, pero por desgracia estoy muy saturado del no-bakalao retrosurfero, todos estos años de Freakland han hecho que con mi dosis pascual vaya chutando de sobra para todo el año.

Los Tiki Phantoms.. Vulcan


Los Yakuzas me llamaron más la atención, probablemente porque siento debilidad por el ruido y porque un grupo que llame a su disco "Chamberí Rock City" ya me tiene ganado. Dicho esto, y una vez escuchado su trabajo en Bandcamp -tienen el enlace arriba-, debo decir que son un grupo para escuchar en directo; la grabación hace que toda la potencia a lo Pleasure Fuckers que tienen encima del escenario se vaya al garete. Una pena.

Yakuzas.. Magnetismo Personal


Eran escasas las esperanzas que tenía puestas en Fuel Fandango -un grupo al que, de hecho, iba a dedicar una entrada de La ley de la canción buena- pero me sorprendieron lo bastante como para darles un voto de confianza y salvarlos de la quema.

Fuel Fandango.. New Life


Esto, al menos, por la parte del concierto que vi, porque mientras iniciaba la retirada pude escuchar cómo la selección de canciones se desviaba definitivamente hacia su lado más flamenco. Y, miren, eso casi que no.