Por un lado tengo dos tiras de Sensación Chunga de Vivir que ni siquiera me he tomado la molestia de escanear.
Y, para Gigafantasma, la segunda parte del monográfico sobre el black metal, que lleva en el limbo más de un año.
Lo de dejar las cosas a un metro de llegar a la meta es un rasgo de mi carácter, pero eso no quiere decir que no deba luchar contra ello. Así, para abrir boca y aportar un poco de anormalidad al ambiente les dejo con un par de enlaces a los maiespeises de las, que yo sepa, únicas bandas de black metal anormal del planeta:
Y, para acompañar, una banda que se columpia entre lo purista y lo anormal con una alegría y un desparpajo que maravilla y asusta a la vez.