jueves, 15 de noviembre de 2007

La prensa dice...

Que esta muchachita, de apitufada voz, es la nueva Madonna. Seguro... Vamos a ver

Robyn- With Every Heartbeat



Buenooooooo, no digamos cosas de las que podríamos acabar arrepintiendonos. Para hacer un análisis pormenorizado, vamos a hacer la prueba del algodón. Por ejemplo...

Madonna - Lucky Star



La elección no es al azar. No solo es la canción favorita de Jhonnie Dientes de Bala, comparte algunos puntos en común con el single antes citado de Robyn. Pertenece al comienzo de la carrera de la artista, define estilo e intenciones, y el foco del video es la interprete en cuestión.

Sinceramente, yo es un video que aun lo veo y me pongo malo. MAdonna tenía muy claro de lo que iba: putón bervenero inaccesible. Ese juego mareante, que pone malos a los tíos, tengan la edad que tengan, de ir de inocente y perversa a la vez. Madonna sabía lo que se traía entre manos. Y venía de la mano con un montón de canciones pop, en el sentido más estricto de la palabra, con las que nos hicimos mayores.

Sin embargo Robyn solo pondría a algún enfermo, ese aire de bibliotecaria andrógina, que aparenta más edad de la que tiene, queda en las antipodas de lo que, a priori, podriamos considerar sexualmente sugerente. Y esa vocecilla, cantando entre pucheros... como dando penita. Vamos, igualito igualito que la Chiconne.

Mi consejo, si buscan nuevas Madonnas prueben con:

M.I.A. - Jimmy

miércoles, 14 de noviembre de 2007

La ley de la canción buena

Cuando Quemador está inspirado, suelta alguna de estas frases ingeniosissimas que son guía de estilo y declaración de principios a partes iguales. Como el asunto éste de separar la música pop en Bakalao y No-Bakalao, o aquel día que, en medio de un arrobamiento, casi místico, se puso a gritar en plena calle: "No vereis venir al Nuevo David Bowie!!!". Que verdad, no lo vemos venir por ningún lado, aunque hay quien afirma que ya se encuentra entre nosotros.

Otra arroutada gorda, esta gestada a pachas con un servidor (apache, jajaquebueno), nos trajo la ley de la canción buena, que enunciada viene a decir algo así como: Todo artista, por detestable que resulte tiene, al menos, una canción buena.

Por supuesto esta ley obedece a normas de todo orden subjetivas. Se debe más a la sinestesia que a otra cosa. Así, hoy les dejo con lo que sigue, que por supuesto será ampliado en el futuro. Se admiten sujerencias.

Bush- The Chemicals between us
En D-listed.com rebautizarón al cantante de Bush como Mr Gwen-Steffani, le esta a pelo por pringao. Nacidos con vocación de explotar los estertores de la movida grunge tratarón de crearse un aura de malditos y depresivos. Tristemente les faltaban los cojones para ponerse tan pedo como los Alice in Chains y hacer el ostias como los Mudhoney (estos, estos si que han sabido lo que es lanzarse en picado).

Como decía Quemador (si, otra vez él): "Nadie que esté deprimido se va al gimnasio a currarse esos abdominales". Cierto Gabin, se te veía el plumero, y ahora te paseas con esa emocresta, jugando al tenis en gayumbos en la finca de tu señora...

Les citaría fragmentos de la entrevista que le hicieron en Popular1 (un día, con estos, ya me pondré agusto) hace ya un lustrazo, pero para que arrastrar mas su depauperada imagen por el fango... Esta es su canción buena.



Chayanne - Torero

Vamos hombre no me jodas!!! Me dirán ustedes, pues si hijos mios. Torero. Como la peli de Rocco Siffredi.

De entrada, que a mi este chaval nunca me a caido mal. Es un honrado cabeza de familia. De hecho en ocasiones se me va la pinza y viendolo me imaginó a mi propio padre con una camiseta transparente y unos pantacas de cuero. O algo...

Del mismo modo que siento cariño por los crápulas mas viciosos del rock (menos por Jhon Bonham, ese siempre me cayó como el culo) estos tipos que, muy bien podrían ser tu frutero o tu charcutero, pero con coreografía de macizas, cantandole al amor latino y senssual, provocan en mi una tremenda simpatía.

Chavales, esto será para nuestros hijos lo que para nosotros el Puma y la Rafaela Carrá!!!... Chayanne... Esta es su canción buena.

Hermano, una hora menos

Gigafantasma recomienda seguir los siguientes pasos a la hora de asistir a un concierto:

1-Informarse acerca de la fecha.
2-Adquirir las entradas.
3-Comprobar la hora.
4-Ir al concierto.

Estos cuatro pasos deben seguirse en el orden indicado para obtener los mejores resultados y ¡muy importante! no debemos saltarnos niguno o acabaremos, en el mejor de los casos, llegando tarde a dicho evento.

Esto es lo que nos ocurrió a Marciano#1 (si, existe) y a mi con el reciente concierto de Hermano.



Sin duda aturdidos por el posible erótico resultado del concierto llegamos casi una hora tarde a la sala, perdiéndonos probablemente la mayoría de las canciones del último disco. Por suerte conseguimos un sitio de auténtico lujazo a la izquierda del escenario prácticamente a la misma altura que los músicos, aunque dudo que el encontrar sitio hubiese sido un problema dado lo escaso del público.

Y es que el caso de la Sala Heineken es un poco extraño, la parte del escenario está perfectamente dispuesta, con un foso situado entre la barra y el escenario y los ya mencionados lugares elevados a ambos lados del mismo; lo que me extraña es la cantidad exagerada de espacio entre la barra y la entrada que nunca podría ser aprovechado para conciertos a menos que se desee la celebración de un alegre motín por no poder ver a los músicos.

Volviendo al tema, el concierto: poco que decir, buen sonido, canciones que suenan como en el disco, un público muy pasivo, litros de cerveza a diez Euros y mucho cachondeo entre John García (que, por cierto, se mueve como si bailase la infame canción de la mayonesa) y el guitarrista solista (¿David Angstrom? no estoy muy seguro).

Me gustaría hacer una reflexión antes de despedirme, y es que nunca entenderé por qué en todos los conciertos tiene que saltar uno, dos o mas anormales que ladran la primera chorrada que se les ocurre seguida de un sonoro "motherfucker".
Vale, yo soy famoso e infame por soltarle el "hijodeputa" a la primera persona que me toca un poco las narices, incluso lo utilizo en ocasiones de forma cariñosa (¿?), pero no me haría ni puta gracia estar tocando y que un analfaburro del público me llamase hijo de puta sólo para parecer mas duro, mas cool o más rockero del infierno. Un poco de respeto, que a fin de cuentas lleva una guitarra y te la podría estrellar en el cráneo.

Pues eso es todo, permanezcan atentos al inminente comentario del concierto de Electric Six, es aun más viejo que éste, pero el blog es mío y me lo follo cuando Machiaveli no le está petando el cacas.